Este año hemos decidido probar el irnos un fin de semana en lugar de celebrar la comida de navidad habitual.
El lugar elegido ha sido Encinasola un pueblecito de la provincia de Huelva, lindando con Portugal, un lugar tranquilo y un hotel encantador.
Hicimos una ruta sencillita y por la tarde nos fuimos al hotel. La actitud cambió pues nos arreglamos adecuadamente para la ocasión y nos divertimos antes de la cena haciendo un pase de modelos.
Cenamos opíparamente y formamos el coro de villancicos que aunque sin ensayar Juan Manuel (Director) con su batuta hizo maravillas, combinando las voces altas y las bajas, aunque con las de Maria y Paquita, la verdad no tenemos nada más que dejarnos guiar y todo sale adecuadamente. Terminamos bailando sevillanas para bajar la comida.
Como las “niñas” no podemos quedarnos quietas, aprovechamos que se pasaba la noche para gastar unas bromas a los “niños”, y como siempre, sin quejarse lo mismo Javi que Joaquín aguantaron todo lo que quisimos hacerles.
A la mañana siguiente después de un copioso desayuno, incluidas migas, hicimos otra ruta por aquellos extensos parajes y después de comer nuestro bocata con un sol esplendido volvimos al hotel a tomar café y desearnos unas navidades en familia, feliz y llena de amor y paz.
¿Repetiremos la experiencia de pasar la noche?
Maribel
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