Después de todo un año de senderos, este la recompensa ha sido visitar la Sierra de Cameros , tierra desconocida para algunos y recordada por otros.
Hemos hecho rutas con el encanto propio castellano, terreno duro y frío, visitando los Lomos de Orio, la Laguna Negra , la Laguna Larga , en cuyas aguas frías y cristalinas dimos a nuestro cuerpo, Blanca y yo el debido refresco, y culminando los Picos de Urbión pudimos hacernos una idea de cómo son estas tierras duras que nos hablan de gentes fuertes y trabajadoras acostumbradas a vencer las inclemencias del tiempo.
Visitamos el Monasterio de S. Millán de la Cogolla y Logroño, dónde se aprecia el cambio de una ciudad, casi desconocida, ahora en auge y moderna.
Paisajes llenos de vegetación, con cascadas de agua, que dejábamos a nuestro paso en las subidas y nos acompañaban luego en las bajadas.
Guardaremos estos paisajes, un año más en nuestra retina y también en nuestro corazón.
Maribel
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